LAS VÍAS VERDES.
La Vía Verde de la Sierra es una antigua infraestructura ferroviaria en desuso acondicionada para uso turístico (senderismo, cicloturismo y paseo acaballo) que recorre 38 km de paisajes serranos entre las localidades de Puerto Serrano y Olvera, entre las provincias de Cádiz y Sevilla. Forma parte de las Vías Verdes de España, coordinado por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles. Es la única reconocida como Ruta de Interés Turístico de Andalucía. También está laureada con dos premios europeos y otro a la excelencia.
ORIGEN:
El recorrido aprovecha un antigua vía de ferrocarril diseñada entre Jerez de la Frontera (Cádiz) y Almargen (Málaga) que atravesaría toda la Sierra gaditana para conectar con los ferrocarriles hacia Málaga y Granada, con un total de 120 km. En los años 1920 y 1930 se realizó su construcción, para quedar abandonada sin haberse llegado a terminar. Las infraestructuras de la plataforma de vía, túneles, viaductos e incluso estaciones, quedaron prácticamente terminados entre Puerto Serrano y Olvera, siendo este tramo el que fue rehabilitado y acondicionado en la década de 1990.
Es un hecho singular que esta vía de ferrocarril jamás estuvo activa ya que el proyecto final no vio la luz. Las circunstancias que rodearon su creación estaban muy ligadas al desarrollo económico y el sistema político impuesto por la dictadura de Primo de Rivera en la década de los 20, circunstancias que cambiaron drásticamente y, con ellas, la paralización de las obras. Queda un último uso para este proyecto: la vía verde para que los usuarios amantes de la naturaleza disfruten de un trayecto que nunca se realizó sobre las vías.
Los auténticos protagonistas de un trazado ferroviario: los túneles, viaductos y antiguas estaciones hoy rehabilitadas. Las estaciones nunca vieron pasar un tren, pero sí reciben a los viajeros en la actualidad. Cerca de 30 túneles se atraviesan a lo largo de la Vía Verde, como el del túnel del Castillo (de casi un kilómetro), 4 viaductos y 5 estaciones.
EL CHAPARRO DE LA VEGA
El Chaparro de la Vega es un ejemplar de encina, a las que en la zona llaman chaparro, de más de 200 años y de grandes dimensiones (13 m de altura y 30 de diámetro), situado en el municipio de Coripe, en el entorno de la Sierra Sur de Sevilla.
El acceso se realiza desde la nunca utilizada estación de ferrocarril de Coripe, en la carretera entre dicho pueblo y Algodonales, actualmente acondicionada para servicio y punto de entrada a la Vía Verde de la Sierra, la cual hay que seguir aproximadamente 1 km al Oeste hasta la entrada al primer puente de la antigua vía, punto en el que hay que seguir a la izquierda por una pista de 2 km hasta llegar al Chaparro de la Vega junto al río Guadalporcún.
Durante el segundo domingo de mayo tiene lugar la Romería de la Virgen de Fátima, en la que la imagen de la virgen es acompañada por carretas y romeros hasta el entorno del Chaparro de la Vega.
El entorno del centenario árbol es un característico paisaje serrano de lomas suaves y adehesadas de la Sierra Sur de Sevilla. Sin embargo, rompiendo este horizonte de colinas, se divisan laderas de naturaleza caliza, con escarpes verticales cubiertos de denso matorral.
Cerca del Chaparro de la Vega discurre el río Guadalporcún, junto a él y bajo la sombra de su bosque galería, se encuentra la vía verde de la Sierra Sur, cómo llevamos diciendo durante todo el trabajo. Este trazado también permite conocer la Reserva Natural Peñón de Zaframagón, junto al que se ubica un punto de información del espacio.
Cerca del Chaparro de la Vega discurre el río Guadalporcún, junto a él y bajo la sombra de su bosque galería, se encuentra la vía verde de la Sierra Sur, cómo llevamos diciendo durante todo el trabajo. Este trazado también permite conocer la Reserva Natural Peñón de Zaframagón, junto al que se ubica un punto de información del espacio.
MEDIOS NATURALES:
El patrimonio geológico y geomorfológico
El paisaje actual de la comarca de La Jara y zonas colindantes son fruto de numerosas transformaciones a lo largo de las eras geológicas, tras las cuales su aspecto ha sido muy diferente. Fruto de estos procesos geológicos puede estructurarse el territorio en dos zonas diferentes debido a sus características geomorfológicas:
Podemos diferenciar al norte se extienden terrenos sedimentarios compuestos por aluviones silíceos, depósitos de terraza y fondos de valle.
Y al sur aparecen fuertes estructuras formadas durante la Era Paleozoica o Primaria (hace unos 540 millones de años), donde se pueden encontrar cuarcitas con bancos de pizarras o areniscas que alternan con margas.
La Jara se emplaza sobre el macizo antiguo Centroibérico (o zócalo) constituye la estructura más antigua de la Península Ibérica. Durante la mayor parte del Paleozoico, la región que ocupa el macizo Ibérico estuvo bajo el nivel del mar, con depósito de materiales muy variables en litología y potencia según las zonas y la edad. El plegamiento Hercínico que tuvo lugar durante el último periodo del Paleozóico deformó el conjunto de estos materiales y produjo la emersión de toda la unidad, momento en el que se encajaron en las pizarras rocas plutónicas intrusivas de tipo granítico, dejando al descubierto zonas muy profundas de la corteza terrestre
La estructura del zócalo de La Jara esta formada por una serie de estratos configurados en su base por pizarras y areniscas del Precámbrico que afloran bajo los depósitos de la raña en la zona de La Jara Baja (de Aldeanueva de Barbarroya hasta Pilas). En su tramo medio por pizarras silíceas con niveles de cuarcita del Cámbrico que aparecen en La Jara Alta (de La Nava-Fuentes hasta Santa Quiteria); y en su tramo superior por cuarcitas masivas de edad Ordovícica que constituyen las partes altas de las Sierras Ancha, Sevilleja y Altamira. Además de estos materiales estratificados aparecen rocas plutónicas dando forma a roquedos de granitos intrusivos que forman magníficos berrocales. Pueden reconocerse diferentes ámbitos geomorfológicos que incluyen áreas graníticas, formadas por sedimentos precámbricos y paleozoicos, materiales terciarios y cuaternarios, y el dominio de las Sierras de Altamira y Sevilleja
En el dominio granítico la morfología existente varía en función de la composición de la roca. Encontramos berrocales en las zonas septentrionales y occidentales del afloramiento de Aldeanueva de Barbarroya, (paisaje singular y atractivo de bolos graníticos). El resto de las zonas graníticas se caracterizan por su relieve suavizado.
Estas Navidades realicé un viaje a estas vías y me parece que están muy bien acondicionadas para el turismo. El paisaje es totalmente natural y el chaparro es precioso. Sin duda, un lugar genial para estar más cerca de la naturaleza y relajarse del estrés de la ciudad. (Claudia)
Os dejamos con un enlace para ver un video explicativo de las Vías verdes.
WEBGRAFIA:
Fotos sacadas personalmente.
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