Cuando hoy en día paseamos por el
Parque Genovés, el más extenso de la cuidad, resulta difícil creer
que a finales del siglo XVIII esta zona fuera conocida con el nombre
de “el perejil” por su pobre arbolado.
En 1854 se crea un primer parque en los
terrenos situados entre los cuarteles del Camposanto y de la Bomba y
la muralla que limitaba con el mar.
Es en 1892 cuando el alcalde de la
cuidad Eduardo Genovés planea el diseño del actual parque, tomando
como base el antiguo jardín y ampliándolo con el denominado “Bosque
del Ejercito”, dotándolo con fuentes, cascada con lago, salón de
conciertos y café, así como de un número más alto y variado de
especies botánicas, algunas de ellas de gran rareza y
espectacularidad.
Posteriormente se instala en conjunto
escultórico “niños bajo el paraguas”, fuente que fue traída de
Paris, y los monumentos dedicados a la Duquesa de la Victoria y a
José Celestino Mutis. Mucho más reciente son los dedicados a D.
José María Pemán y a Félix Rodríguez de la Fuente.
El parque tiene una forma más o menos
trapezoidal, limitando con el hotel Atlántico, con el Paseo de Santa
Bárbara, con la Avenida Duque de Nájera y con la calle González
Tablas, donde se encuentra la entrada principal. La puerta situada en
este lado permite el acceso directo a una amplia avenida central,
dividida en tres calles con una doble hilera de parterres simétricos,
con Cipreses comunes en las esquinas, un Ciprés de California, y
entre ambas especies Palmeras datileras. El resto del parque se
caracteriza por su asimetría, que se manifiesta tanto en la
diversidad de formas de sus parterres como el irregular trazado de
sus paseos.
Son más de 100 los árboles y arbustos
diferentes que existen, muchos de ellos pertenecientes a especies que
no existen en otros parques o jardines de la cuidad.
El itinerario que vamos a realizar nos
permitirá conocer las especies de este parque.
1º parada:
Iniciamos nuestro recorrido por la puerta que da a la Avenida Duque
de Nájera. En primer término vemos una alargada “Yuca basta” de
hojas mas rígidas que la de las “Yucas” situadas a ambos lados
de la entrada. A su lado observamos ejemplares de “Cotyledon” de
hojas carnosas y opuestas de color verde grisáceo, y más a la
izquierda de él hallamos varios “Ágave del Dragón”, con hojas
gruesas de color verde manzana, dispuestas formando una roseta en el
extremo del tallo. Al otro lado encontramos: “Arbustos Japoneses”.
Si avanzamos y tomamos el primer camino
a la izquierda , justo al girar hacemos la 2º parada
para observar una ejemplar de “Duranta”, pequeño árbol que en
primavera da lugar a delicadas flores azules, que luego se
transforman en drupas amarillentas, muy características por
presentar dos pequeños salientes.
La 3º paradase sitúa detrás del estanque de los patos, casi en el extremo del
parterre que limita con el paseo de Santa Bárbara. Para cubrir la
tapia posterior se han plantado ejemplares de diversas especies
trepadoras: “ Bungavillas”.
"Bignonias Rosas” y “Bignonias
Rojas”. Casi al mismo nivel que ellas, y cerca de la pared que
limita con el vivero se alza un aromático “Eucalipto” que es una
de las pocas plantas existentes antes de la remodelación sufrida por
esta zona y que se ha respetado.
Nos dirigimos ahora al estanque de los
patos por el camino que los separa del vivero y hacemos la 4º
parada, en la pared rocosa que encontramos frente a
nosotros, destaca una Opuntia vulgaris, planta del mismo
género que la conocida “Chumbera”.
Para llegar a la 5º
parada hay que volver a la avenida que se abre frente a la
puerta por la que entramos al parque y detenernos en el último
parterre que queda a nuestra izquierda. Allí encontramos una planta
que puede parecer una palmera enana, pero que, en realidad, se trata
de una planta Gimnosperma, denominado “Cica”.
Al fondo del parterre aparecen “Pinos
Canarios” que se distinguen porque sus largas y finas hojas se
disponen en grupos de tres y caídas, dando un aspecto péndulo a la
ramas.
Seguimos hacia delante, torcemos por el
primer camino a la derecha y a continuación en la plazita donde se
encentra la estatua de los “Niños bajo el paraguas” hacemos la
6º parada.
Los setos son de “Verónica”
una especia poco utilizada en Cádiz a pesar de su belleza. En el
otro extremo del parterre, detrás de un “Bonetero” hay una
“Rusco”, pequeño arbusto de origen mediterráneo. Detrás hay
otro arbusto del mismo género aunque originario de Centroamérica,
el “Laurel Alejandrino”.
Para llegar a la 7º
parada seguimos por un sendero hasta llegar a su final, el
seto que aparece ante nosotros está formado por una especie propia
de terrenos salino, el “Salado blanco”, que llama la atención
por el color blanco-plateado de sus hojas triangulares. Si nos
asomamos por encima de él encontramos “Romero”, planta aromática
de origen mediterráneo. La floración de esta, aunque no es muy
llamativa, dura casi todo el año.
Dejamos atrás lo anterior y nos
dirigimos a la zona del Parque situada a continuación del teatro.
En el largo parterre que limita con la Avenida Dr. Gómez Ulla se
alternan “Palmeras datileras”, también “Bugavillas” y dos
“Naranjos amargos”.
La 8º parada
está en uno de los rincones más bonitos del recinto, el monumento
al botánico gaditano D. Jose Celestino Mutis. La mejor época para
visitarlo es en primavera, cuando la “Jacarandá” florece,
ofreciendo sus flores lilas contrastando con el fucsia de las
“Bugavillas”. Por detrás se asoma un “Membrillero”. Delante
y a la derecha tenemos uno de las especies mas singulares del parque,
un “Sagú de Nueva Holanda”.
Para terminar nuestro recorrido, con la
9º parada nos introducimos por el camino que termina en la puerta de
la Asociación Gaditana de Bonsai. A la derecha, y junto a otra
“Falsa acacia”, observamos un árbol de tronco delgado es un
“Granado”, muy conocido por sus deliciosos frutos.
En el parterre opuesto una “Higuera”
inconfundible por sus grandes hojas simples y profundamente
lobuladas.
Así acabamos nuestro recorrido por uno
de los Parques más característicos de la ciudad.
Diana Marín y María Aguilar
2ºBach A
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