Antonio Machado
(1875-1939)
Antonio Machado nació el 26 de julio de 1875 en Sevilla. Fue el segundo de cinco hermanos de una familia liberal; el mayor de ellos, Manuel, trabajó junto a Antonio en varias obras. Su padre, Antonio Machado Álvarez «Demófilo», amigo de Joaquín Costa y de Francisco Giner de los Ríos, publicó numerosos estudios sobre el folclore andaluz y gallego. Su abuelo,Antonio Machado Núñez,era médico y profesor de Ciencias Naturales.
En 1883, su abuelo fue nombrado profesor de la Universidad Central de Madrid y toda la familia se traslada con él a dicha ciudad. Antonio Machado completa entonces su formación en la célebre Institución Libre de Enseñanza, fundada por Francisco Giner de los Ríos. En 1889 empieza sus estudios de bachillerato, primero en el instituto San Isidro y después en Cardenal Cisneros. Es en esa época cuando se aficiona al teatro junto a su hermano, y comienza a asistir a tertulias. Machado interrumpe varias veces sus estudios, afectado por los problemas económicos de su familia tras la muerte de su padre y su abuelo, tres años más tarde. El influjo familiar y su centro de estudios marcaron su camino intelectual. Por aquella época, conoce a Valle-Inclán en una tertulia.
En 1889, Antonio Machado viaja a París, donde vive su hermano el poeta Manuel, con quien en lo sucesivo emprenderá una carrera conjunta de autores dramáticos, y trabaja de traductor para la Editorial Garnier. Allí entrará en contacto con, por ejemplo, Óscar Wilde y Pío Baroja y asiste a las clases del filósofo Henri Bergson, que le impresionan profundamente. Vuelve a España y trabaja de actor mientras alcanza el título de bachiller.
En 1902 vuelve a París y conoce a Rubén Darío. De vuelta a Madrid entabla amistad con Juan Ramón Jiménez y publica Soledades (1903). En 1907 publica Soledades, Galerías y Otros poemas, una versión ampliada de Soledades, y gana las oposiciones al puesto de catedrático de francés. Elige la vacante del instituto de Soria. Conoce a Leonor Irzquierdo, con la que se casará dos años después; teniendo ella 15 y él 34 años. En 1911 viajará a París al conseguir una beca para ampliar sus estudios.
Palacio de las Dueñas, en una de cuyas viviendas nació, en 1875, Antonio Machado. Leonor cae enferma de tuberculosis y muere en 1912, lo que sume a Machado en una gran depresión y éste solicita su traslado a Baeza (Jaén), donde vivirá con su madre dedicado a la enseñanza y al estudio. Durante siete años, hasta 1919, el poeta enseña Gramática Francesa en el Instituto de Bachillerato instalado en la Antigua Universidad baezana. En 1912 publica Campos de Castilla, obra en la que el autor se separa de los rasgos modernistas que presentaba su obra Soledades y del intimismo hacia el que había evolucionado en Soledades, galerías y otros poemas, acercándose a las inquietudes patrióticas de los autores de la Generación del 98; en efecto, ha mantenido una amplia correspondencia epistolar con Miguel de Unamuno y algunas de sus ideas se reflejan en este libro. En Baeza, en 1917, conoce a Federico Garcia Lorca, con el que entabló gran amistad. En 1919 se traslada a Segovia, donde encontrará un ambiente cultural más acorde con sus gustos y comenzará a participar en las actividades de la reciente Universidad Popular, que tiene como objetivo la extensión de la cultura a los sectores sociales tradicionalmente más apartados de ella. Así, fue profesor de francés en el Instituto de Segovia. Continuará hasta 1932. En 1932 se le concede un puesto de profesor en el Instituto Calderón de la Barca, de Madrid. Escribe textos en prosa que luego serán recogidos en los dos apócrifos Juan de Mairena y Abel Martín. Por entonces corteja a una dama casada, Pilar Valderrama, que en los versos de Nuevas canciones (1924), su último libro de poesía, progresivamente ampliado, como los otros, aparece bajo el nombre de Guiomar. Siente un gran interés por la Filosofía y se licencia en esta materia en la Universidad Central. Con el estallido de la Guerra Civil Española marcha a Valencia. Vivió en la localidad de Rocafort desde noviembre de 1936 hasta marzo de 1938. En 1937 publica La guerra. Entre 1937 y 1939, Machado publica un total de 26 artículos en La Vanguardia2 (que en aquella época era el órgano de expresión del gobierno de la República y recogía firmas de los más destacados intelectuales y escritores que apoyaron la causa republicana). A finales de enero de 1939, y ante la inminente ocupación de la ciudad, sale de Barcelona viajando en una ambulancia que les fue proporcionada por José Puche Álvarez, Director General de Sanidad. Tras unos primeros días en Raset (Gerona), pasa su última noche en España, la del 26 al 27 de enero, en Viladasens. En la tarde del día 28 llega finalmente a Collioure (Francia), en donde muere el día 22 de febrero en el Hotel Bougnol-Quintana. A los tres días, fallece su madre. En el bolsillo de su abrigo se encuentra un último verso: «Estos días azules y este sol de la infancia». Para España el siglo XIX termina con una grave crisis: el final de su imperio colonial en 1898. Este acontecimiento provocó una ola de indignación y de protestas que se manifestaron en literatura a través de los escritores de la Generación del 98. No es propiamente un movimiento literario, sino un grupo de escritores surgidos tras el desastre del 98 que representan un deseo de renovación político y social entroncado con los regeneracionistas. Coinciden en sus temas: el paisaje castellano, el interés por la vida cotidiana del pueblo y el regreso a los clásicos. Coinciden también en la búsqueda de sencillez en la forma y en el empleo de un lenguaje directo. Los principales componentes de la generación son: Miguel de Unamuno, Valle-Inclán, Antonio Machado, Pío Baroja y Azorín. Los dos últimos no cultivaron la poesía. Es el gran poeta de la generación y uno de los más importantes poetas españoles de todos el tiempos. Aunque sus primeros poemas están cercanos a la estética del modernismo, pronto se inclinó hacia un modernismo intimista, de tonos becquerianos, plagado de símbolos y de gran sencillez formal. Su pertenencia a la Generación del 98 se manifiesta por la revalorización del paisaje, la angustia ante el paso del tiempo, la preocupación por la situación española y por su futuro, el escepticismo y la afirmación de la supremacía de lo espiritual sobre lo material. Tres son los temas principales de sus obras: El tiempo: A. Machado es un poeta que escribe a finales del S. XIX y comienzos del XX. Por todo ello se encuentra, como tantos otros de los intelectuales de su generación, inmerso en una profunda crisis espiritual que se podría sintetizar diciendo que: No encuentran explicación al problema de la vida. La idea de la muerte como final de todo está muy presente en su conciencia y este hecho desmonta las explicaciones fáciles al sentido de la vida: si haga lo que haga mi final será la muerte, ¿qué sentido tiene vivir? Pero el problema de la muerte no es simplemente que un buen día te llega la hora, eso podría soportarse. El agravante es que nuestra muerte es cotidiana, que cada día que pasa es un paso más hacia la muerte y que el tiempo de la vida humana es irreversible, no podemos volver atrás. Y, además, el tiempo no pasa por nuestra vida”sin más”; al pasar se va llevando nuestras ilusiones, nuestra belleza, nuestra salud, nuestros amigos, nuestros proyectos y, al final, a nosotros mismos. El tiempo, pues, tiene un aspecto desgastante, lo deteriora todo a su paso. Machado es consciente de todo esto pero, como todo ser humano, se resiste a creer que TODO acabe en la muerte. ¿Nada de aquello que he vivido, de lo que he amado, de lo que he creado resistirá al tiempo? Es una pregunta por el futuro y, por tanto, de difícil o imposible contestación. Por tanto sólo nos queda LA ESPERANZA, otro gran tema de Machado. Ésta se presenta siempre como algo pequeño, ilusorio, frágil, a veces más sueño que realidad. Así pues, el tema del tiempo en Machado conlleva una lucha entre lo que pasa y lo que permanece, siendo muy evidente lo que pasa, y sólo imaginado o esperado aquello que resiste el tiempo y permanece. Pero Machado NO ESTÁ ESCRIBIENDO UN LIBRO DE FILOSOFÍA NI DE TEOLOGÍA, aunque los temas de su primer libro: “Soledades, Galerías y otros poemas” traten temas filosóficos o teológicos. Escribe poemas y estos dentro de una corriente que se llamó EL SIMBOLISMO, que venía de Francia y que fue aceptada y seguida con entusiasmo por los poetas de su generación. Según el ideario poético de este movimiento literario, “las cosas” “hablan” al poeta y le desvelan o iluminan verdades profundas. En realidad esta poesía aparece como un diálogo entre lo que el poeta ve “fuera” y lo que lleva dentro de su corazón y de su mente. Así, cuando el poeta pasea por el campo y ve un atardecer, un río, un camino, árboles rotos, la primavera, la fuente de piedra de la que mana un chorro de agua continuo, el viento que sopla y se lleva las hojas de los árboles en otoño, un reloj u otros elementos de la Naturaleza piensa enseguida en todos esos otros problemas y preocupaciones de los que hemos hablado antes. Y de ahí surge el poema, como un diálogo, una similitud entre lo que ve fuera y lo que lleva dentro. El tema del tiempo es por todo ello fundamental y básico en la poesía de Machado. Nada puede entenderse de sus poemas sin tenerlo en cuenta. Muchos de los otros temas actúan como corolario y consecuencia de éste. Sus Sus poemas, expresan por todas partes este tema, y en estos poemas los símbolos se van repitiendo y van conduciendo todos al mismo pensamiento: el paso del tiempo y la llegada inexorable y cierta de la Muerte. Dios:En cierto modo este tema es consecuencia del anterior: si existe Dios, existe también la otra vida, que es eterna, y por lo tanto alguien me salva definitivamente de la Muerte y ésta no tiene la última palabra. Diríamos que sería la solución a todos los problemas. Pero ¿existe Dios?. Machado de nuevo no explica detalladamente su creencia o ateísmo. Insinúa, sugiere y nada más. La lectura de algunos de sus poemas, como el LIX, indican que Dios es algo que sería muy bonito, maravilloso…, si existiese de verdad. Pero es sólo un sueño, una ilusión, algo que ha creado el ser humano para escapar el horror de la muerte. El Tema de España: Tras el éxito de su primer libro A. Machado sufre grandes cambios en su vida. En primer lugar muere su mujer Leonor Izquierdo cuando solamente llevan dos años de casados. También descubre el paisaje de Soria al que encuentra enorme parecido con su alma y sus inquietudes (de nuevo el Simbolismo). Finalmente se da en su obra un cambio que se podría sintetizar en “EL PASO DEL YO AL NOSOTROS” o lo que sería casi lo mismo, DE LOS TEMAS EXISTENCIALES A LOS TEMAS SOCIALES.. Al morir su mujer, ha pensado en suicidarse y así lo escribe a un amigo. Y decide no hacerlo porque el éxito de su segundo libro de poemas, “Campos de Castilla (1907-1917), le hace pensar que si dentro de él hay algo que sirve, ilumina y ayuda a los demás, él no tiene derecho a destruirlo, lo que sucedería si se suicidase. Aquí ya empezamos a ver que está dejando de pensar sólo en su problema vital y está mirando alrededor, a los problemas de los demás. Además de ellos recordemos que es un hombre que pertenece a una generación que sufrió muy agudamente los problemas de España: la incultura, la pérdida del Imperio definitivamente tras los desastres militares de 1898, la degradación de la política convertida en caciquismo y corrupción, la falsa y superficial religiosidad de los españoles, la lucha de clases y la opresión de los poderosos sobre los débiles, la hipocresía de las clases dirigentes… Pero Machado,ante todo un poeta y todos estos temas aparecen en forma de poemas.Los temas de este segundo libro, por lo tanto, son, además de los anteriores que nunca olvidará en sus poemas, los que llamamos TEMAS SOCIALES, es decir, los que tratan de una sociedad concreta, en un país determinado, y en un momento histórico bien definido que en Machado es el final del S.XIX y primer tercio del S. XX. El método poético seguido será de nuevo el simbolismo y una figura literaria que llamamos SINÉCDOQUE. En este tipo de metáfora que es la sinécdoque, una parte de un conjunto sirve para aludir o representar a todo el conjunto. Es lo que sucede cuando decimos que, por ejemplo, Arantxa Sánchez Vicario es “LA MEJOR RAQUETA DE ESPAÑA”. La palabra raqueta actúa como sinécdoque, representa a todo el deporte del tenis con uno de sus elementos esenciales que es la raqueta. Pues bien, en el libro “Campos de Castilla” cuando Machado habla de Soria, está hablando en general de Castilla; y que cuando habla de Castilla se refiere a toda España. Como en la sinécdoque, una parte del conjunto sirve para referirse a todo ese conjunto. Repasando los poemas de este libro vemos que se habla de todos estos temas y además de: -La incultura, la cerrazón, el primitivismo y la tosquedad de los españoles, representados por los campesinos sorianos (XCIX). -La emigración de los españoles a otras tierras huyendo de la decadencia de su país que no sabe salir de su atraso ni de su miseria (XCVIII: “A orillas del Duero”). -La falsa religiosidad española, hecha de devociones a imágenes de Cristos, Vírgenes, procesiones, pero con poca reflexión e interioridad, (CXXX: “La saeta”). -A la división entre españoles, acuñando la expresión de “Las dos Españas” que tanto se utiliza hoy en día para referirnos a la intolerancia española, a la incapacidad de convivir con quienes no piensan igual que nosotros, a eliminar al contrario a lo que también llamará Cainismo, por el episodio bíblico de Caín cuando mata a su hermano Abel, imagen de una posible guerra civil que se ve venir y que parece inevitable. (CXXXVI, poema LIII). -Y además hay una serie de poemas que son elogios a personajes importantes y que pueden servir de esperanza y ejemplo de una nueva España: CXVII: A Azorín; CXXXIX: A Francisco Giner de los Ríos; CXL: A José Ortega y Gasset; CXLII y CLII: A Juan Ramón Jiménez; CXLVI: A Valle-Inclán; CXLVII: A Rubén Darío; CLI: A Miguel de Unamuno. Una de sus obras con más importancia de su producción poética fue Soledad. A primeros de Agosto de 1902 ,Antonio Machado regresa a Madrid, y a finales de 1903 aparece la primera edición de Soledades. Por aquel entonces colabora con la revista Helios,dirigida por Juan Ramón Jiménez. Con este obra A.Machado buscaba una poesía centrada en el análisis del yo porque creía,como los simbolistas,que el sentimiento es lo más personal y universal que el hombre posee. Todo en Soledades es una búsqueda de si mismo en el tiempo,en el amor o en la muerte. Se aleja así Machado de la evasión de la realidad hacia mundos artificialmente embellecidos,que había caracterizado parte del Modernismo. La tantas veces subrayada temporalidad de la poesía machadina explica la temprana aparición de los símbolos preferidos del poeta en relación con el tiempo,como: el agua que corre,el camino,los espejos,las estaciones del año.... Una de las partes que más caracteriza a la obra es la siguiente: Sobre la tierra amarga, caminos tiene el sueño laberínticos,sendas tortuosas, parques en flor y en sombra y en silencio; Criptas hondas,escaladas sobre estrellas; retablos de esperanzas y recuerdos. Figurillas que pasan y sonríen juguetes melancólicos de viejo; imágenes amigas, a la vuelta florida del sendero, y quimeras rosadas que hacen el camino...lejos... Otra de sus grandes obras fue:Soledades,Galerías y otros poemas. Tras el éxito de su anterior obra,Soledades,Machado siguió publicando en otras revistas de la época. Pero su precaria situación económica le obliga durante los años 1904 y 1906 a abandonar la vida bohemia,que había tenido hasta ahora. De los 42 poemas que componían su obra,solo 29 pasan a su nueva obra,tras sus diversas correcciones,a esta nueva obra se añaden 66 nuevos y pasa a tener 95,divididos en 3 partes;Soledades, Galerías y varios poemas. Los nuevos poemas de esta obra insisten en temas como la angustia,el dolor o el recuerdo. El poeta se interna en las galerías del alma en busca de su real identidad,de la razón de su ser y de su angustia. Es una tarde cenicienta y mustia, destartalada, como el alma mía; y es esta vieja angustia que habita mi usual hipocondría. La causa de esta angustia no consigo ni vagamente comprender siquiera; pero recuerdo y, recordando, digo: -Sí, yo era niño, y tú, mi compañera. Y no es verdad, dolor, yo te conozco, tu eres la nostalgia de la vida buena y soledad de corazón sombrío, de barco sin naufragio y sin estrella. Como perro olvidado que no tiene huella ni olfato y yerra por los caminos sin camino, como el niño que en la noche de una fiesta se pierde entre el gentío y el aire polvoriento y las candelas chispeantes, atónito y asombra su corazón de música y de pena, así voy yo, borracho melancólico guitarrista lunático, poeta, y pobre hombre en sueños, siempre buscando a Dios entre la niebla. Aunque escasa,su producción poética es de gran calidad,Campos de Castilla es una obra nos habla en éste poema de los hombres de los campos de Castilla, el hombre español,que corta los árboles de sus praderas y se queda con sus pedazos para uso propio. Nos menciona que trabaja duro para vivir, que sufre y que, a veces, se equivoca (yerra) mientras las tempestades le acechan. Dice el autor que proviene de una dinastía de nómadas pastores que trabajaban bajo el sol de Extremadura que quedaba marcado en su piel morena y sucia por el polvo de los caminos por dónde pasaban con los rebaños trashumantes. Machado nos describe ese hombre astuto y con un aspecto tenebroso, como de un hombre que vive enfadado con la vida que le ha tocado vivir. En todo el poema podemos ver como Machado utiliza un lenguaje muy culto y difícil de entender. También hace referencia a los mitos cristianos como el de Caín y el del Paraíso. El poeta utiliza el presente de indicativo el cual nos indica que éste es el tipo de hombre que aún perdura en esas tierras. El tema principal del poema es la descripción del tipo de hombre español y del maltrato que éste da a su tierra, en este caso España. Uno de los más brillantes fragmentos de esta obra es el siguiente: Mediaba el mes de julio. Era un hermoso día. Yo, solo, por las quiebras del pedregal subía, buscando los recodos de sombra, lentamente. A trechos me paraba para enjugar mi frente y dar algún respiro al pecho jadeante; o bien, ahincando el paso, el cuerpo hacia adelante y hacia la mano diestra vencido y apoyado en un bastón, a guisa de pastoril cayado, trepaba por los cerros que habitan las rapaces aves de altura, hollando las hierbas montaraces de fuerte olor —romero, tomillo, salvia, espliego—. Sobre los agrios campos caía un sol de fuego. Un buitre de anchas alas con majestuoso vuelo cruzaba solitario el puro azul del cielo. Yo divisaba, lejos, un monte alto y agudo, y una redonda loma cual recamado escudo, y cárdenos alcores sobre la parda tierra —harapos esparcidos de un viejo arnés de guerra—, las serrezuelas calvas por donde tuerce el Duero para formar la corva ballesta de un arquero en torno a Soria. —Soria es una barbacana, hacia Aragón, que tiene la torre castellana—. Veía el horizonte cerrado por colinas obscuras, coronadas de robles y de encinas; desnudos peñascales, algún humilde prado donde el merino pace y el toro, arrodillado sobre la hierba, rumia; las márgenes del río lucir sus verdes álamos al claro sol de estío, y, silenciosamente, lejanos pasajeros, ¡tan diminutos! —carros, jinetes y arrieros— cruzar el largo puente, y bajo las arcadas de piedra ensombrecerse las aguas plateadas del Duero. El Duero cruza el corazón de roble de Iberia y de Castilla. ¡Oh, tierra triste y noble, la de los altos llanos y yermos y roquedas, de campos sin arados, regatos ni arboledas; decrépitas ciudades, caminos sin mesones, y atónitos palurdos sin danzas ni canciones que aun van, abandonando el mortecino hogar, como tus largos ríos, Castilla, hacia la mar! Como finalización al tema de sus obras más destacadas mencionar los mejores poemas de esta: LA LUNA, LA SOMBRA Y EL BUFÓN)
La muerte del niño herido
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