Imágen de un Cádiz destruido. |
Índice
- Introducción
- La explosión
- Origen de la explosión
- Salidas de Socorro
- Extracto del "Diario de Cádiz" del día posterior al incidente
- Vídeos
- Bibliografía
Introducción
El día 18 de agosto del año 1947 se produjo la explosión de un polvorín de la Armada en Cádiz, España. La magnitud de la explosión fue tal que el fogonazo pudo verse desde el acuartelamiento militar español ubicado en Monte Hacho (Ceuta). Se formó una nube de hongo visible desde toda la Bahía de Cádiz, Huelva y algunos pueblos de Sevilla. El ruido de la explosión fue oído hasta en la propia capital hispalense, e incluso hasta en Portugal donde creyeron que se trataba de un temblor sísmico.
Estalló en Cádiz un polvorín militar provisional donde se almacenaban unas 2.202 cargas explosivas pertenecientes a la Guerra Civil Española y a la Segunda Guerra Mundial, compuesto por cargas de profundidad, cabezas de torpedos y, en su mayoría, minas submarinas. Salvo 491 de ellas, que afortunadamente quedaron intactas y no explosionaron, las restantes reventaron prácticamente al unísono, provocando la mayor catástrofe gaditana de la que se conserva memoria después del maremoto de 1755. En ella perecieron 147 personas y resultaron heridas un número sin determinar pero que asciende sin lugar a dudas a más de 5.000. Ahora sabemos que las bombas llegaron a Cádiz entre 1942 y 1943 procedentes de diversos arsenales y dependencias militares de la Armada.
La explosión
A las diez menos cuarto de la noche del lunes 18 de agosto de 1947, la deflagración de 2.201 cargas de profundidad y minas submarinas en el Almacén Nº 1 de la
Base de Defensas Submarinas de Cádiz produjo un enorme hongo de humo y polvo, seguido
de un enrojecimiento del cielo visible desde toda la Bahía de Cádiz, Huelva y algunos pueblos
de Sevilla, y cuyo ruido atronador fue oído hasta en la propia capital andaluza.
Base de Defensas Submarinas de Cádiz produjo un enorme hongo de humo y polvo, seguido
de un enrojecimiento del cielo visible desde toda la Bahía de Cádiz, Huelva y algunos pueblos
de Sevilla, y cuyo ruido atronador fue oído hasta en la propia capital andaluza.
De inmediato se fue la luz en toda la ciudad, enmudecieron las líneas telefónicas y se produjo el corte en el suministro de agua por daños en la tubería general de abastecimiento. Se sumaban por tanto a la desgracia la incomunicación con el exterior, la falta de visibilidad para las labores de socorro, la carencia de agua para apagar los numerosos incendios que devastaban los astilleros y los alrededores de la base militar
Casa Cuna de Cádiz destruida. |
Una gruesa columna de fuego que se elevaba a considerable altura tiñendo el firmamento de un fuerte color anaranjado. La parte superior se transformó en un inmenso hongo del que brotaban miles y miles de partículas incandescentes. Simultáneamente trepidaron todos los edificios de la ciudad, absolutamente todos, y atronó el espacio una detonación seca y de tan enorme intensidad y resonancia que, según supimos después, fue escuchada en todos los pueblos comarcanos y otros de las provincias de Sevilla y Huelva. Las radios y la prensa nos dijeron después que habíase percibido, claramente, en Lisboa, causando en todas partes gran conmoción y alarma. Tal fue la fuerza de la expansión de los gases.
Revista Brisas (Septiembre 1947)
La onda expansiva arrasó el barrio de San Severiano, los chalets de Bahía Blanca, el Hogar del Niño Jesús (Casa Cuna), el campo de la Mirandilla, etcétera. En la Casa Cuna murieron muchos niños y las hermanas de la Caridad.
El Vapor Plus Ultra, que había zarpado poco antes de la explosión desde la ciudad encontrándose a 1.500m, sufrió daños debido a escombros de hierro que cayeron en su parte posterior.
En un primer momento, las personas corrieron hacia el muelle creyendo que había volado el guardacostas "Finisterre", atracado con un cargamento de pólvora, pero se comprobó que estaba intacto. También se creyó que había volado el crucero Méndez Núñez, pero pronto se desmintió.
En el momento en que tiene lugar la explosión no se sabe a ciencia cierta cuál puede ser la causa de ésta. Muchas fueron las hipótesis, al menos durante algunas horas: un fenómeno de la naturaleza tal que un meteorito (eso se pensó al otro lado de la Bahía), que había explotado un gasómetro de la fábrica del Gas, que hubiesen estallado los depósitos de la CAMPSA o quizás la santabárbara de algún buque de guerra surto en el puerto, tal vez los Astilleros o tal vez algún polvorín. En aquel momento nadie tenía entera seguridad sobre cuál fue el desencadenante de la tragedia (al menos, nadie que se hallase fuera del recinto de la Base de Defensas Submarinas).
El terror paralizó los ánimos. Se produjo una sensación de muerte al finalizar el enorme estruendo. Luego llegó el caos, con una multitud de heridos que andaban sin rumbo, y un nombre pronunciado con angustia frente por un ser querido.
Posteriormente, llegó el trabajo de extraer entre los escombros los cadáveres desfigurados, que inesperadamente habían finalizado de aquella triste manera. Se escuchaba un crujir de cristales, ruidos de puertas, muros desplomados que sepultaban personas, gritos de angustia, voces de socorro...
Sólo se divisaban caras ensangrentadas en la luz que los faros de los coches iluminaban para acudir a la llamada de la población gaditana, cuyo paisaje era aterrador.
Origen de la explosión
La explosión había tenido lugar en una zona, entre Cortadura y las murallas de Cádiz, donde la Armada disponía de unos polvorines que contenían unas 1.600 cargas explosivas, minas en su mayoría torpedos y cargas de profundidad, pertenecientes a la Guerra Civil. Salvo 491 de ellas que no explosionaron, las restantes reventaron prácticamente al unísono, provocando la mayor catástrofe que se recuerda en Cádiz desde el maremoto de 1755.
Dichas minas y cargas de profundidad llegaron a Cádiz en el año 1943 desde Cartagena y fueron estibadas en dos almacenes próximos entre sí en las instalaciones de la Base de Defensas Submarinas de la Armada. Durante el traslado se observó que el estado de las mismas era preocupante, pues su aspecto exterior evidenciaba un gran deterioro, con pérdida de material y exudación.
Salidas de Socorro
Destrozos producidos por la explosión |
• A las 0:55 salieron de Sevilla, Ayamonte y Huelva los primeros socorros con material y personal de ingenieros y zapadores.
• A las 1:25 salen de Algeciras servicios contra incendios.
• A las 1:45 se le notifica al Capitán General de Sevilla que la carretera está libre solamente para los coches y demás vehículos oficiales.
• A las 2:00 de la madrugada anuncia Ayamonte la salida inmediata del guardacostas “V 17” con veinte médicos y material sanitario y quirúrgico a cuya noticia el Alcalde de Cádiz comunica a Ayamonte que suspenda el envío anunciado y que remitan en cambio camiones cisternas, ante el temor de escasez de agua, noticia ésta que se comunicó también a otras estaciones costeras.
• A las 2:45 Radio Jerez se pone a las órdenes de la estación de Transradio y de El Puerto de Santa María comunican que el vapor “Avellano” atracará en nuestros muelles con personal de zapadores.
• A las 3:20 Málaga comunica la salida de todos los servicios de que dispone para Cádiz.
• A las 3:25 el Alcalde de Cádiz comunica al Ministro de Gobernación haberse tomado todas las medidas necesarias para evitar la propagación del enorme siniestro.
• A las 3:40 el Sr. Sánchez Cossío por medio de las estaciones radiotelegráficas de Vigo y Las Palmas comunica al Gobernador Civil de Cádiz, Carlos María Rodríguez de Valcárcel, que navega en el vapor “Habana” diciéndole que “ante la magnitud del enorme siniestro, he recurrido a todos los medios y medidas necesarias para evitar propagación. Todas las capitales y provincias de Andalucía acuden en nuestro auxilio”.
• A las 3:45 se transmitió al Gobernador Civil de Huelva un mensaje concebido en parecidos términos que el anterior.
• A las 4:00 la Comandancia de Marina de Algeciras comunica a la de Isla Cristina que el vapor “Ciudad de Ceuta” saldrá dentro de un cuarto de hora con toda urgencia cargado con agua salada y potable.
• A las 4:10 Radio Jerez convoca a todos los médicos de aquella localidad para que se presenten en el Hospital de Santa Isabel, al cual se habían evacuado heridos de Cádiz.
• A las 4:20 el Gobernador Civil de Cádiz ordenó radiar una nota que dice: “El fuego se está sofocando por los auxilios que van llegando de todas las provincias y el gran esfuerzo que realizan todas las autoridades y personal a sus órdenes, que efectúan los trabajos inspirados por un espíritu de caridad y humanidad hacia el pueblo de Cádiz que le está muy agradecido”.
• A las 5:40 se sabe que han salido de Huelva ambulancias y personal sanitario teniendo preparado un barco aljibe con agua potable para la población civil.
• A las 6:05 Radio Jerez terminó la comunicación extraordinaria con motivo del siniestro.
• A las 7:55 salió de Huelva el buque aljibe con seis toneladas de agua potable para Cádiz. El Alcalde de Cádiz pide al Gobernador de Sevilla, urgentemente, equipos de altavoces para dar órdenes desde la Alcaldía.
• A las 9:00 comenzaron a llegar los barcos de Ayamonte, Isla Cristina y los servicios de ambulancias de Huelva.
Extracto del "Diario de Cádiz"
"A las diez menos cuarto del día 18, una enorme explosión sacudió la ciudad entera. En principio se creyó que se trataba de un fenómeno de la Naturaleza, que había descargado sobre Cádiz con enorme violencia. La ciudad quedaba totalmente a oscuras. Todo era un crujir de cristales rotos, ruidos de puertas y ventanas que se desplomaban, muros que se caían y el clamor de los que habían resultados heridos. El gentío corría despavorido por las calles, muchas personas se atropellaban materialmente buscando auxilio y dando voces. La confusión y el pánico se adueñó en esos momentos de la ciudad de Cádiz.
Los primeros rumores que circularon afirmaban que se trataba de un fenómeno celeste, otros apuntaban la posibilidad de que hubiera estallado algún barco de guerra, y no faltaba quién aseguraba que habían hecho explosión los depósitos de carburantes de CAMPSA. La desorientación fue absoluta, contribuyendo a ello la falta de luz y de comunicaciones. Poco después, se conoció el origen del tremendo fenómeno; la explosión de los depósitos de minas situados en la Base de Defensas Submarinas, en la barriada de San Severiano.
Al poco tiempo de ocurrir la explosión llegó a la Base militar el capitán de corbeta Pascual Pery Junquera, quien ayudado por varios marineros de la Base, consiguió dominar el fuego producido y evitar que pudiera producirse otra explosión.
Inmediatamente comenzaron las labores de atención a los heridos, en número aproximado a cinco mil. Unos fueron llevados a San Fernando y otros a los diferentes hospitales de la ciudad.
Portada Diario de Cádiz 1947 |
El alcalde, Sánchez Cossío, ordenó la colocación de grifos de agua potable, pues las tuberías del suministro habían quedado cortadas, la apertura de todas las farmacias y que las panaderías comenzazran a elaborar pan para que no faltase a la mañana siguiente. La ayuda comenzó a llegar de los pueblos y ciudades vecinas. Camiones cisterna, ropas, medicinas y alimentos fueron enviados para socorer a la población que muy lentamente fue recobrando la normalidad. El Ayuntamiento de la ciudad remitió un extenso escrito al Jefe de Estado pidiendo el auxilio y reconstrucción de la ciudad. El balance de la tragedia aclara la magnitud de lo ocurrido; 155 muertos, 5.000 heridos, el barrio de San Severiano arrasado y cientos de viviendas con múltiples daños."
"La mayor tragedia ocurrida en Cádiz, Diario de Cádiz, 1947"
Vídeos
Bibliografía
Diario de Cádiz de 1947.
Trabajo realizado por Christian Alcázar Quintero. 2º-Bachillerato-B
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