INTRODUCCIÓN:
En este trabajo vamos a hablar sobre Fernando Quiñones, narrador, poeta, ensayista y autor de varias obras de teatro, dos veces finalista al premio Planeta, creador del festival en Cádiz "Alcances", carnavalero y flamenco, dinamizador cultural, ecologista en unos años en los que no se tenía tanta conciencia del tema como hoy en día, amigos de sus amigos, enamorado de una ciudad en la que no nació pero en la que vivió con devoción, gran amante de las gaviotas y de la playa de la Caleta, de la que fue nombrado alcalde por aclamación de los caleteros.
Enamorado de su tierra, de su sur gaditano, una tarde cualquiera, poco antes de morir, al borde del Océano Atlántico, Fernando Quiñones se llevó a su mujer junto al mar y desde allí le dijo: "Nadia, quiero hacerte un regalo: te regalo Cádiz". La ciudad le regalará a Fernando Quiñones, justo en ese lugar, el paseo que recibe su nombre.
BIOGRAFÍA:
Fernando Quiñones Chozas nace en Chiclana de la Frontera (Cádiz) el 2 de marzo de 1930 y fallece el 17 de noviembre de 1998.
Pasa su infancia y su adolescencia en Cádiz con su abuela paterna, a los quince años, empieza a trabajar en el muelle. En Diciembre de 1948 comienza su aventura literaria con la creación de la revista "El Parnaso" con la que estuvo hasta febrero de 1950 y a la que seguirá "Platero", que se publica hasta 1954.
Empezó a escribir en la prensa, una actividad que no abandonó nunca. Una serie de sus artículos periodísticos serán recogidos años más tarde en dos volúmenes: "Fotos de carné" y "Por la América morena" que aglutinan cada un cincuenta textos.
Terminado el servicio militar, marcha a Madrid donde empieza a trabajar para el Reader Digest en octubre de 1953. En 1957 empieza sus viajes por el mundo, Francia, Portugal, Italia, Marruecos etc. Se casó en Milán en 1959 con Nadia Consolani, tuvieron dos hijos.
En 1971 Fernando decide dedicarse por completo a la literatura y abandona su trabajo en el Reader Digest, y comienza a vivir a caballo entre Madrid y su amado Cádiz. Viajes, conferencias, pregones, cursos y la escritura ocupan la mayor parte de su tiempo. En 1973 se marcha con su amigo Félix Grande a Hispanoamérica como embajador del flamenco.
Para Cádiz, y con el deseo de engrandecer su ciudad, crea "Alcances", un festival que dirige desde 1968 a lo largo de una década. la muestra, uno de los ejes culturales de la capital gaditana, está dedicada hoy en exclusiva al cine, aunque con Fernando Quiñones al frente tuvo un carácter misceláneo: pintura, música clásica, flamenco, cine, literatura y muchas más actividades que dieron vida a los veranos gaditanos.
También Cádiz le debe a Fernando Quiñones el impulso de la fundación de la Peña Flamenca "Enrique el Mellizo" la primera que se crea en Cádiz de estas características.
OBRAS Y PREMIOS:
Ha sido uno de los escritores más brillantes del panorama literario español de la segunda mitad del siglo XX. Reconocido por figuras de las trascendencia de Jorge Luis Borges, Dámaso Alonso, Luis Rosales, Rafael Alberti o José Hierro, entre otros. La Universidad de Cádiz le distinguió Doctor Honoris Causa en el año 1998.
En su obra poética se distinguen principalmente dos épocas: la primera, de corte más intimista en la que destacan "Ascanio o Libro de las Flores", "Cercanía de la Gracia" (Accésit del premio Adonais de 1956), "En vida" (Premio Leopoldo Panero 1963), frente a otra de más madurez, donde el autor escribe en tercera persona, describiendo lugares y acontecimientos pasados, que en algunos casos se mezclan con modos de vida contemporáneos, pertenecen a esta época "Las crónicas de mar y tierra" en 1968, "Las crónicas de Al-Andalus" en 1970, "Circunstancias y acordes" en 1970, "Ben Jaqan" en 1973, "Las crónicas americanas" en 1973, "Memorandum" en 1973, "Las crónicas del 40" en 1976, "Las crónicas inglesas" en 1980, "Libro de las putas" en 1981, "Las crónicas de Hispania" en 1985, "Las crónicas de Castilla" en 1989, "Las crónicas del Yemen" en 1994, "Las crónicas yugoslabas" en 1997 y "Las crónicas de Rosemont", por la que obtuvo el Premio Jaime Gil de Biedma poco antes de morir.
Se le considera como uno de los maestros en el género del relato de la generación de los 50. En 1961 gana el Premio de La Nación de Buenos Aires con los relatos que componen "La gran temporada". Jorge Luis Borges, miembro del jurado, a pesar de su condición antitaurina, los premiará al advertir que "el único tema que prima es la dimensión y la naturaleza del ser humano".
Entre otros libros de relatos figuran: "Cinco historias del vino" (Premio de Prosa en las XII Fiestas de la vendimia de Jerez), "La guerra, el mar y otros excesos" en 1966, "Historias de la Argentina" en 1966, "Sexteto de amor ibérico" en 1972, "El viejo país" en1978, "Nos han dejado solos" en 1980, "Doce relatos andaluces" en 1989, "Legionaria" en 1992, "Viento sur", "Con el viento sur" en 1996 y "El coro a dos voces" en 1997, uno de sus mejores libros según la crítica especializada.
Como novelista prevalecen sus dos novelas más célebres; "La canción del Pirata" (finalista del Premio Planeta en 1983) y "Las mil noches de Hortensia Romero" (finalista del Premio Planeta en 1979). La primera, ambientada en el siglo XVII, describe las aventuras de Juan Cantueso con un excelente dominio sobre la novela picaresca, histórica y de aventuras. "Las mil noches de Hortensia Romero" es un monólogo en el que la "Horte" narra multitud de historias casi siempre divertidas. Refleja con libertad aspectos filosóficos sobre la tolerancia y el respeto a la diversidad, resalta en este sentido ciertos rasgos de la idiosincrasia del pueblo andaluz y en especial del gaditano. Fernando Quiñones elige un lenguaje comprometido que le otorgará la imprescindible veracidad a su personaje. Por otro lado, "La visita" en 1998, no es una novela tan conocida, pero sin duda relevante. Narra un supuesto encuentro entre Marcel Proust y Clarín.
Entre las de menor extensión escribió: "El amor de Soledad Acosta" en 1989, "Encierro y fuga de San Juan de Aquitania"' (Premio de Novela Café Gijón 1989) y "Vueltas sin fecha" (Premio de Novela Breve “Juan March Cencillo” 1994). Desde 1994 hasta su muerte, Fernando Quiñones dejó acabadas dos novelas; "Los ojos del tiempo" y "Culpable o El ala de la sombra" (de su finalización quedó constancia en sus declaraciones al Diario de Cádiz el 27 de abril de 1997). La primera trata de las extrañas visiones de un pescador gaditano analfabeto en las que vislumbraba secuencias de los casi tres milenios de historia de la ciudad más antigua de Occidente, Cádiz. La segunda novela es una historia de intriga en la que su personaje principal no cree ni recuerda ser culpable de los delitos que se le imputan, es consciente que por donde pasa ocurren desgracias. Las correcciones de estas novelas quedaban construidas en una arquitectura manuscrita con lápices y bolígrafos a colores y fueron transcritas por la profesora de Literatura de la Universidad de Cádiz Nieves Vázquez Recio.
Entre sus obras de teatro destacan por orden cronológico: "Tres piezas de horror" en 1961, "Andalucía en pie" en 1980 y "El grito" en 1983.
HOMENAJES:
El Ayuntamiento de su Chiclana natal le otorga en vida la Medalla de Oro de la Ciudad en 1988 en reconocimiento al personaje más relevante nacido en la ciudad en este siglo.
Tras su fallecimiento se crea, junto con la Diputación de Cádiz, la UCA y la propia familia del escritor la “Fundación Fernando Quiñones”.
La Fundación Fernando Quiñones, de carácter cultural, tiene como objetivo la conservación, estudio y difusión de los fondos documentales, bibliográficos, artísticos, etc relativos a la vida y obra del escrito.
Se le rinde un homenaje, por iniciativa ciudadana y con respaldo de la Fundación Fernando Quiñones, “Ruta Quiñones” así como de numerosos colectivos y público en general, una ruta anual que se puso en marcha en 2011 y que ha continuado este año 2012, siguiendo, más o menos al pie de la letra, los textos del autor gaditano y un itinerario de los lugares más importantes para él.
Esta iniciativa nace con intención de continuar cada primavera.
El final aguarda en el mar, en la playa de la Caleta, donde su viuda hace una ofrenda de flores, sardinas y arenques como le gustaba a él.
En este año 2012, el 31 de marzo se celebró la “II Ruta Quiñones” y ni las inclemencias climatológicas no frenaron la lluvia de cante, palabra y cariño para el querido Fernando Quiñones. Se celebró con éxito y participaron, al igual que en el año pasado, más de un centenar de personas. Blanca Flores y Juan José Téllez, otra vez fueron los encargados de organizar el evento que contó con interpretaciones, lecturas de poemas y cantes que amenizaron esta ruta quiñonesca.
Los que tuvieron el honor de compartir su pasión por las piedras caleteras aún recuerdan como acudía cada día del año, hiciera frío o calor a pasear por su orilla. Como ofrenda, a los pies de su figura descalza se han depositado flores, pero también arenques, de los que daba buena cuenta tras sus paseos caleteros.
WEBGRAFÍA:
Este trabajo ha sido realizado para subir nota de la 2º Evaluación:
JESÚS RUIZ MEDINILLA Y CRISTINA CARAMÉS MARTÍNEZ
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